Journey, un viaje simbólico que acompaña al alumnado en el paso de Primaria a Secundaria

nov 14, 2025
Fundación Botín

Journey es la nueva propuesta de Playing Emotions que pone en juego variables como el pensamiento crítico, la toma de decisiones, la autoestima o la empatía a través de un viaje metafórico, un tránsito personal, que busca representar la vida misma. La travesía comienza en el desierto y nos lleva hasta la cúspide de una montaña nevada, a lo largo de un camino en el que exploramos todo tipo de paisajes evocadores.  

“¿Qué tienen en común tu historia y la del personaje? ¿Qué significa para ti “venir de un lugar” cuando estás a punto de cambiar de etapa? ¿Qué te gustaría conservar de Primaria al pasar a Secundaria? ¿Qué personas crees que pueden ayudarte en el camino?  

Está pensado para trabajar en sexto de Primaria, un curso en el que el alumnado se prepara para uno de los mayores cambios de su vida: el paso a Secundaria y la entrada en la adolescencia. De esta manera, les invita a explorar sobre su esencia y su identidad, de dónde vienen y quiénes son, a la vez que les permite trabajar las emociones desde una perspectiva lúdica y preparar el camino para el cambio de etapa.  

La conexión entre pasado, presente y futuro: aprender de los errores

El videojuego nos permite reflexionar sobre la idea de cometer errores, entendiéndolos como una fuente de aprendizaje que nos prepara para el futuro. Para ello, el jugador atraviesa los restos de una civilización destruida por la arrogancia y la codicia, que simboliza las consecuencias del abuso de poder, pero son los paisajes de dicha civilización los que nos llevan a pensar en el pasado desde la reflexión.  

Asimismo, el sistema de progresión de la bufanda, accesorio principal del personaje protagonista, funciona como una metáfora del aprendizaje: cuanto más exploras, más crece; cuanto más aprendes en el camino, más libre te vuelves. De esta manera, Journey evoca el trabajo de variables como el pensamiento crítico y la toma de decisiones responsable, elementos esenciales para el crecimiento personal y colectivo.  

La cooperación y la empatía 

“Del mismo modo que este personaje empieza un viaje sin saber con exactitud qué encontrará, vosotros también os preparáis para entrar en una nueva etapa: nuevos compañeros, nuevos espacios, más autonomía...¿Cómo se parece vuestra situación actual al inicio del juego?” 

El diseño del juego busca provocar una conexión emocional tanto con el entorno como con otros jugadores. De hecho, uno de los elementos más innovadores de Journey es su modo multijugador, en el que dos personas pueden encontrarse aleatoriamente durante su viaje, pero sin poder comunicarse mediante texto ni voz; solo pueden interactuar a través de movimientos, sonidos y colaboración. Esta novedad, que lo distingue de otras propuestas de Playing Emotions como Gris o Braid, permite ahondar aún más en las habilidades sociales. 

De este modo, explora el concepto de que las relaciones humanas no necesitan palabras para ser significativas, fomentando la cooperación, la confianza mutua y la solidaridad basada en la intuición y la observación.  

La resiliencia y la aceptación del cambio

 “¿Cómo sería el paisaje que representa el momento que estoy viviendo? ¿y cómo serán los nuevos? ¿Si tuviese que asociar esos momentos a paisajes, qué paisajes serían?  

Como ya se ha mencionado, Journey nos habla de ese “viaje” que es la vida y nos prepara para la pérdida y la transformación, entendiendo el cambio como una oportunidad para reinventarse. La ascensión final de la montaña por parte del jugador representa el esfuerzo ante la adversidad, pero también la aceptación de la frustración que nos genera no poder alcanzar aquello que anhelamos o la vulnerabilidad a la que nos exponen este tipo de situaciones. Este tramo coincide en el juego con lo que se conoce como “la curva del cambio”, el momento de inmovilización, duda, aceptación, pérdida y, finalmente, renacimiento, que nos impulsa a renovarnos.  

La contemplación y la regulación emocional

“¿Qué creéis que nos está contando el juego a través de sus paisajes? ¿Podría ser una advertencia ambiental o vital? ¿Qué podríamos hacer al respecto? ¿Qué representa para ti caminar hacia un mundo nuevo? ¿Qué relación puede haber entre cuidar un territorio y cuidarnos a nosotros mismos en los cambios? 

Por encima de todo, Journey busca ayudar al jugador a reconocer el valor de las emociones contrastantes, como la euforia y la tristeza, y abrazarlas como parte del equilibrio emocional. Este ritmo emocional de cambio entre los distintos paisajes del videojuego, que nos lleva desde hacer surf en la arena hasta descender a la oscuridad, imita los altibajos de la vida y nos invita a que formen parte de nosotros.  

El objetivo es lograr una verdadera experiencia emocional que permita a los alumnos comprender el pasado, esa etapa que dejan atrás, y aprender de él, empatizar con los demás, aceptar el cambio y reconocer la belleza del proceso vital 

 

Playing Emotions: Beneficios de trabajar el ámbito emocional a través de los videojuegos

Si algo caracteriza a los videojuegos, es la posibilidad que nos ofrecen de empatizar con otros, al permitirnos ocupar el lugar de los personajes que representamos; nos presentan múltiples desafíos que van a permitir poner a prueba las competencias del alumnado ante los retos que puedan surgir.  

Además, el uso de videojuegos en el entorno educativo puede ayudarnos a conectar con otros, tanto online como offline, contribuyendo a crear relaciones significativas donde las habilidades de interacción juegan un papel clave.  

En definitiva, la experiencia de Playing Emotions busca desarrollar competencias como la autoestima, la empatía, el pensamiento crítico y la toma de decisiones responsables, dando un paso más allá, al utilizar la dimensión artística y cultural presente en los videojuegos independientes.  

 

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