“El arte es la inteligencia que se divierte” Albert Einstein:Grana cochinilla el arte del color a través del tiempo ó un color ancestral que une generaciones

abr 30, 2025
Gabriela Villegas Gandy

El color rojo mexicano, proveniente de la Grana Cochinilla —un insecto criado por los mixtecos en tiempos prehispánicos—, ha tenido gran importancia cultural y económica. Este pigmento natural fue usado en vestimenta ceremonial, como símbolo de estatus, y posteriormente, tras la llegada de los españoles, se convirtió en un tinte muy valorado en Europa.

El rojo mexicano decoró desde textiles hasta obras de grandes pintores como Rembrandt y Van Gogh .

Estos colores, transmitidos y usados por generaciones, siguen siendo parte esencial de la identidad cultural de México.

Hoy en día, esta tradición se mantiene viva gracias a artistas como Edgar Jahir Trujillo, originario de Oaxaca, quien nació en 1987. Desde temprana edad mostró interés por el dibujo, y con el tiempo ha desarrollado una sólida carrera artística. Jahir destaca por trabajar exclusivamente con pigmentos naturales, especialmente con la grana cochinilla, que se ha convertido en su sello distintivo.

A través de este conocimiento de crianza y obtención del pigmento, rescata saberes ancestrales y conecta con la arquitectura cultural y natural de su entorno, dando nueva vida a una herencia que sigue tiñendo de identidad al arte mexicano.

Edgar Jahir Trujillo no sólo crea obras y esculturas con la grana cochinilla, también busca compartir su conocimiento con niños y jóvenes, sembrando en ellos la emoción de descubrir que el arte puede nacer de la tierra, del cuidado y del asombro.

Les enseña todo el proceso: desde cómo este pequeño insecto vive en los nopales y se protege con una cera blanca, hasta su etapa de incubación —donde se les llama ninfas— y los 90 días de cuidado que requieren antes de extraer el pigmento.

Una vez seco, el insecto se muele en un mortero y, al mezclarse con agua y elementos naturales como bicarbonato, limón o alumbre, se logran tonalidades que van del púrpura al naranja.

A través de esta experiencia viva, los niños y jóvenes no solo aprenden una técnica ancestral, sino que conectan con sus emociones al crear su propia pintura desde la naturaleza.

Desde México, compartimos con alegría esta experiencia con Reflejarte, la cual nos permitió conectar con nuestro entorno y con los demás, descubriendo juntos el arte como un puente entre la naturaleza y nuestra creatividad.

 

                                                                     Lic. Gabriela Villegas Gandy

                                                                               Tutora Reflejarte

                                                                                      México

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