Cómo llegar a todo el alumnado, con Berta Carrasco-Muñoz

oct 18, 2023
Berta Carrasco-Muñoz

Gestionar un aula con 25 o 30 alumnos supone todo un reto al que un profesor ha de enfrentarse cada mañana. Motivar a los estudiantes a aprender requiere de habilidad para crear nuevas y distintas formas de transmitir conocimientos, así como una paciencia infinita con aquellos que no lo ponen fácil. Aproximadamente el 25 % del alumnado tiene alguna Necesidad Educativa Especial, sin contar a todos aquellos que están padeciendo alguna circunstancia personal (divorcios, duelos, bullying, etc.) que hace que su capacidad de atención y de seguimiento normal del ritmo de la clase se vea mermado. Estos son algunos consejos que pueden venirte bien para poner en práctica en el aula con aquellos alumnos que “aprenden diferente”: 

  • Los alumnos con problemas de atención son alumnos con poca tolerancia a la frustración y un elevado sentido de la justicia, por lo que no dará resultado con ellos la imposición de objetivos si éstos no tienen un sentido lógico para ellos. Entenderán el diálogo y la reflexión, pero no la regañina por haberse olvidado los deberes o trabajos. No hay que olvidar que no son ellos los que olvidan a propósito, sino que es su cerebro el que actúa. El exceso de texto o de información provoca el bloqueo, ya que su memoria de trabajo es limitada. Es mejor menos cantidad y más profundización. El anclaje de conocimientos en ellos requiere de más intentos. 

Es recomendable darles más oportunidades para repetir los conceptos con ejemplos prácticos visibles y comprensibles (por ejemplo, en matemáticas, repetir problemas que sean similares a los intentos fallidos y permitirles analizar dónde está el fallo y porqué se ha producido). También se recomienda que estén sentado en un lugar alejado de distractores tales como la ventana o un lugar no muy visible para el profesor.  

  • Las personas que se comprenden dentro del espectro autista necesitan estar en ambientes muy estables y con poca posibilidad de que puedan ocurrir situaciones inesperadas. Por lo general son personas queno harán aquellas tareas que consideren irrelevantes para ellos, por lo que sólo atenderán a aquellas que sean diferentes, altamente motivadoras y que les supongan un reto acorde a sus intereses.  

Permitirles que tomen decisiones en torno a su propio aprendizaje puede quitarte muchos quebraderos de cabeza. Son personas que se caracterizan por tener una gran rigidez mental, lo que se traduce en que no cambiarán la idea que se hayan forjado sobre algo. Cuando se enrocan, nada que no sea novedoso o cambie el foco de atención hacia otra actividad que les distraiga del foco obsesivo, hará que puedas continuar llamando su atención. Por lo general, les cuesta mucho mantener la atención en algo, por lo que es recomendable proporcionarle tareas más pequeñas o que impliquen menos tiempo y que sean distintas unas de otras para mantener su interés.  

En actividades grupales es importante no tratar de forzar su integración en la actividad si este no quiere participar. Es mejor asignarle un papel secundario que implique alguna actividad que aporte al grupo con su trabajo pero que no implique tener que participar activamente. No hay que olvidar que son personas cuya principal característica es su dificultad para socializar y empatizar con las personas. Podéis aprovechar estas actividades para su entramiento en habilidades sociales, pero sin forzar 

  • En cuanto a los alumnos con problemas de conducta o desafiantes, la solución no pasa por enviarles al despacho del director cada vez que tienen un comportamiento disruptivo. Lo más importante es prevenir, es evitar que en el aula se lleguen a producir situaciones de conflicto. Para ello es importante poner en marcha la inteligencia emocional y hacer partícipe a tus alumnosdel reto al que se enfrentan: lograr el autocontrol y la autorregulación emocional como objetivo prioritario en sus vidas. Para ello es importante premiar y elogiar públicamente las acciones positivas (por pequeñas que están sean) y lograr con el alumno una conexión emocional. Tiene que saber que le entendéis, que le apoyáis y que estáis dispuestos a ayudarle a superar el problema. Tendedle la mano, pero no de modo paternalista, sino comprometidos con su causa. Un alumno que no tiene control de la ira, por lo general, es un alumno que arrastra un sentimiento de enfado, miedo, angustia, humillación, abandono y/o rechazo por parte de familiares y/o iguales. Hacedle saber que creéis en él dándole algún puesto de importancia dentro del aula.  
  • Cuando tenemos alumnos que sabemos que lo están pasando mal por situaciones ajenas al colegio, resulta complicado atenderles cuando tenemos que dar una clase a 30 alumnos más. Para ellos es importante saber que estáis ahí y que pueden contar con vosotrospara desahogarse en caso necesario. Palabras de cariño, gestos de complicidad, hablar con ellos cuando notéis que están tristes, dejarles que os acompañen durante el recreo a realizar alguna actividad distinta para distraerles del pensamiento intrusivo de su situación actual.  

En fin, llegar a todos para que ninguno se sienta excluido. Nada fácil, pero posible.

 

Berta Carrasco-Muñoz (bertacarrascomunoz@gmail.com) es Psicóloga y fundadora del Centro de Psicología Estudiotec (https://estudiotecmadrid.es/). Está especializada en la atención a personas con TDAH, Altas Capacidades, TEA y Adicciones. Su método de trabajo aborda las distintas necesidades desde un enfoque multimodal, es decir, no sólo desde el punto de vista psicológico, sino también desde el académico y social.

Además, desde hace más de 25 años, dirige su propia productora de eventos culturales entre los que se encuentran producciones musicales, teatrales y actividades de ocio para niños y adultos.

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